martes, 26 de febrero de 2008

¿Qué hacemos?


Personalizamos la utilización del color con la sensibilidad que requiere cada actuación, teniendo en cuenta la persona, el uso al que irá destinada la estancia, la luz, la orientación y la corrección de posibles defectos arquitectónicos, por ejemplo, pasillos muy angostos.
Evitamos, aunque sean tonos suaves, un único color como envolvente; esa sensación de uniformidad acaba siendo sofocante. Para poner color necesitamos mucho blanco y un estudio en profundidad de las proporciones para aplicarlo y así evitar esa sensación visual de que una pared "se te venga encima".
El feng-shui como armonizador de espacios y la cromoterápia para diversos tipos de necesidades, nos ayudan como eficaces herramientas que son, para conseguir espacios agradables, armoniosos, modernos y terapéuticos.